Sandra Pontello
sandrapontello@cpacf.org.ar

Sumario.

I.- Introducción.
II.- Trabajo con conciencia social.
III.- Tarea en las aulas
IV.- Conclusiones.
V.- Bibliografía.
VI.- Notas.

I. Introducción.
Pensemos que nuestros compañeros con capacidades diferentes van a ingresar al mundo universitario, donde son recibidos por docentes ávidos de compartir el aula con sus alumnos, pero no siempre preparados para trasmitir conocimientos ciertamente técnicos a personas, con quienes no pueden comunicarse con la misma sintonía que con el resto por la presencia de las barreras culturales y las propias que devengan de las condiciones personales del sujeto en cuestión.

Cabe destacar que igual situación se presenta cuando pensamos en un docente con capacidades diferentes, solo que por su capacidad de resiliencia, y por haber transitado ese camino con anterioridad al alumno.

Debemos rescatar la importancia del intercambio de experiencias, y el rol fundamental del departamento de carrera docente, que es donde se centralizan las experiencias y de donde se parte para buscar la real incorporación de todos: alumnos, docentes y no docentes con capacidades diferentes al tejido social de la población universitaria, para desde allí pasar a tomar un rol social activo en el lugar que cada uno elija, con un perfil real y con sólida formación teórica, pero con la capacidad fáctica de llevar a cabo una labor con los conocimientos adquiridos.

II.- Trabajo con conciencia social.
Es de suma importancia tener en cuenta que la labor del docente frente a una persona con capacidades diferentes, es y debe ser la misma que frente a cualquier otro alumno, toda vez que de cualquiera de las facultades que integran la Universidad de Buenos Aires, ingresará un estudiante universitario y egresará un graduado con matrícula habilitante para el ejercicio de una profesión, con lo cual, nunca y bajo ningún concepto se debe descuidar el nivel académico por encontrarse frente a una persona con capacidades diferentes, pues ello importaría un menoscabo a su persona y una irresponsabilidad social por parte de quien lo hiciera.

De modo tal que si un docente no puede comunicarse con un alumno debido a sus cualidades personales – por ejemplo: una persona que por padecer parálisis cerebral no pueda expresarse en forma verba ni escrita- podrá acudir al departamento de carrera docente en busca de una orientación y estudiar el modo adecuado de examen para dicho caso. Reunirse con el alumno y buscar alternativas, consultar por computadoras adaptadas. Pero nunca privar de esa etapa que sabemos es una parte del aprendizaje y todos los alumnos tienen el mismo derecho más allá de sus condiciones personales.

Esta es una revisión que necesariamente tendrá que hacer la universidad de nuestros días, así lo expresa el Doctor Gustavo Malek “El nuevo papel de la universidad ante la sociedad requiere de ella no sólo nuevas actitudes y valores, nuevos compromisos y relaciones, nuevas prácticas de cooperación y de servicios sino que exige también nuevas estructuras, nuevas formas de enseñanza aprendizaje, nuevas modalidades de educación cooperativas curriculares, nuevos sistemas de administración, planificación y control. En definitiva, se trata de una universidad que cambie ella misma, que no se adapte pasivamente a lo que exigen los nuevos tiempos y haga permanecer lo que es su razón de ser.”“ [1]

Como vemos la dinámica es constante y la universidad no es ajena a ella, debe estar adaptada a los cambios sociales y a los requerimientos tanto internos como externos, y el alumno con necesidades educativas especiales tiene las mismas garantías constitucionales que toda la población estudiantil, si los recursos tecnológicos no estuvieren habrá que implementarlos (computadoras con punteros, sistema para no videntes, métodos para hipoacúsicos o cualquier recurso que facilite la comunicación profesor alumno).

El mismo autor con una claridad manifiesta explica el rol de universidad y el porqué de la diversidad, aunque no se refiera específicamente a capacidades diferentes su exposición es aplicable a nuestra labor y lo expresa de este modo “La diversidad como misión y política, es esencia de toda educación y es la condición indispensable para el desarrollo de las ciencias y de las artes. Las mismas leyes científicas, para ser universales, requieren probarse en la diversidad; los nuevos conocimientos acarrean grandes dosis de creación y la aplicación de estas leyes lleva implícitas las dimensiones éticas y estéticas en su amplia variedad de juicios. La universidad como parte de esta realidad diversa y como inspiración para el aprendizaje de la creatividad, debe dar paso a la diversificación de aprendizajes, de aprendices, de ramas de la ciencia y de las humanidades y de las interdisciplinas, debe diversificar los métodos, las formas y los tiempos de enseñanza, las instituciones y programas el sistema de certificación y formas de financiamiento. La universidad debe, en suma, responder a la propia diversificación de la sociedad y de la naturaleza.” [2]

Este párrafo donde expresa con tanta claridad el autor lo que significa tratar la educación universitaria en esta sociedad, me lleva a pensar en el lema de estas jornadas que dice “reconocer la diferencia para proteger la igualdad”, por lo tanto si tratamos a todos los alumnos por igual, sin reconocer esas capacidades diferentes, que pueden requerir, un soporte tecnológico, una explicación particular, más pausada, por escrito, o en CD, le estamos dando el mismo trato y buscando el marco normativo, respetamos el art. 16 de nuestra Constitución Nacional, puede comprenderse mejor leyendo la obra de la Doctora María Angélica Gelli “Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad. La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas. …En efecto, el derecho, por definición, distingue, crea categorías y dispone clasificaciones. Así entre muchas otras… capaces/incapaces… La doctrina reiterada de la Corte Suprema ha sostenido que la ley debe ser igual para los iguales en igualdad de circunstancias. Con lo cual ha examinado la categoría normativa hacia adentro, para evaluar si a alguno de los integrantes de aquella se los excluye del goce de los derechos que se reconocen a los otros.” [3]

Como pudimos ver, si ocultamos la diferencia, generamos esa desigualdad, no respetamos el art. 16 aludido y afectamos un derecho fundamental que es nada menos que el ser tratado con igualdad ante la ley en su correcta interpretación.

III. Tarea en las aulas.

El desafío mayor tanto para alumnos como para docentes se presenta dentro del aula donde debe darse el proceso del aprendizaje, y es precisamente allí donde el fenómeno de de cibernética debe funcionar como elemento previo imprescindible para que pueda luego hablarse de la comprensión o no del concepto académico que se procura trasmitir.

Para ello acudiremos a un concepto de enseñanza “Pues bien, crear el espacio de comprensión común requiere de un compromiso de participación por parte de alumnos y del profesor en un proceso abierto de comunicación y de metacomunicación. De este modo, el debate abierto en el aula incluye a todos porque se apoya en los conocimientos y experiencias que cada uno propone y comparte. La función del maestro o profesor es: 1. facilitar la participación activa y ordenada en el aula; 2. presentar problemas adecuados al potencial de desarrollo actual de sus alumnos; 3. ofrecer contenidos que enriquezcan el intercambio y provoquen la reflexión sobre los temas tratados (comunicación) y sobre el propio proceso de comunicación (metacomunicación) y 4. analizar la marcha del proceso para proponer y efectuar reajustes.” [4]

Ahora bien, si estamos frente a un docente atento al comportamiento del grupo del cual a su vez es parte activa, interactúa comparte contenido se comunica, un alumno con necesidades educativas especiales, no puede pasar inadvertido, ni quedar aislado, caso contrario no se daría aquí el proceso de interacción necesario para que el proceso del aprendizaje sea posible, y lo que todo alumno y todo docente debe saber es que las dificultades de la comunicación son inherentes al ser humano, no se les debe temer, y para abordarlas se debe acudir el busca de ayuda precisamente al departamento de carrera docente de la facultad donde se desempeñe.

Hoy los medios son vastos la tecnología amplia y procuramos que el espíritu y la apertura del cuerpo docente también lo sean; sin ello una universidad inclusiva no será posible.

Así lo expresa en una entrevista Rosalind Driver “Es muy importante crear un ambiente, un clima en el aula tal que las y los estudiantes puedan poner a prueba sus ideas, explorarlas, discutirlas con los demás. Para la ciencia los experimentos son formas de comprobar teorías mientras que los niños y niñas ven los experimentos como formas de hacer suceder las cosas.” [5]

IV.- Cambios y sugerencias.
_ Este mensaje va dirigido a los centros de estudiantes, y departamentos de carrera docente, como así también a quienes organizan los cursos de extensión universitaria, para sugerir que esta inclusión tal vez requiera un soporte desde la institución mediante cursos de capacitación, material didáctico disponible, búsqueda de tecnologías avanzadas para facilitar la expresión de los alumnos al momento de tener que rendir un examen o para la clase.

Averiguar por ejemplo si se puede instalar un aro magnético para facilitar la escucha de un alumno hipoacúsico, es algo sencillo y de bajo costo, si el alumno utiliza audífono puede escuchar solo la voz del docente si se instala correctamente. De todos modos debieran hacer la consulta con los técnicos que se ocupan del tema.

Procurar que en las bibliotecas esté al alcance de los alumnos con necesidades diferentes el material pertinente y que no importe una búsqueda que haga sentir al alumno una victimización por su padecimiento, esto sí es responsabilidad del cuerpo directivo tanto de alumnos, docentes y no docentes.

V.- Conclusiones
Como lo enseña el Doctor Gozaini, existe pese a todos estos planteos una gran resistencia al cambio, desde una facultad, como lo es la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, que se caracterizó por tener profesores con prestigio académico, pero no ha profundizado en la docencia propiamente dicha.

“Precisamente debido a que el conocimiento se convierte en el recurso central de una economía moderna, el aprendizaje constante es esencial. Puesto que, por su misma definición queda obsoleto al cabo de pocos años y entonces los trabajadores del conocimiento tienen que regresar a la escuela. En la práctica la renovación académica de los profesores de derecho proviene de la actualización científica poco aplicable en los métodos de enseñanza o para el perfeccionamiento docente.” [6]

Hoy cuando hablamos de una universidad para todos, surge la necesidad de un cambio, y consiste en no abandonar el prestigio académico pero sí profundizar la docencia, ya que de otro modo la no resultará inclusiva.

V.- Bibliografía.
“Constitución de la Nación Argentina – comentada y concordada- María Angélica Gelli- 3º edición- La Ley - enero/2006.

“La enseñanza del derecho y la habilitación profesional” – Osvaldo Alfredo Gozaini – La Ley -02-06-1998.

“Algunas reflexiones sobre el impacto y las consecuencias de la explosión del conocimiento en los sistemas educativos” – Doctor Gustavo Malek - Revista de Educación Superior de la Universidad de Palermo. Julio/1996.

“El ABC de la tarea docente - currículum y enseñanza” – Palamessi, M y Guirtz, S. – Buenos Aires – 2000.

“El Children Learning in science: un proyecto basado en el constructivismo” .Rosalind Driver - entrevista por María Pilar Alexamdre – Cuadernos de Pedagogía 155.